viernes, 19 de diciembre de 2008

MADRE TERESA DE CALCUTA

Nacida en Skopje (Yugoslavia) de origen albanés como Agnes Gonxha Bojaxhiu (1910-1997), es desde hace mucho tiempo sinónimo de la “compasión por los más pobres entre los pobres”.

En 1950, la Madre Teresa creó la congregación de las Misioneras de la Caridad. En 1975 recibió la Medalla Ceres de la FAO (Organización de la Agricultura y la Salud de la ONU), y en 1979 el Premio Nobel de la Paz. Después de su muerte, entró en la “vía rápida” hacia la beatificación gracias a las gestiones del Papa Juan Pablo II.

Sin embargo, no es bondad todo lo que reluce.

En 1995, el periodista británico Christopher Hitchens produjo un documental sobre a Madre Teresa que él quiso titular Sacred Cow (“Vaca Sagrada”), pero salió al aire como Hell’s Angel (se trata de un juego de palabras: Hell Angels o “Ángeles del Infierno” es el nombre de una legendaria pandilla de motorizados; Hell’s Angel significa “El Ángel del Infierno”). Ese mismo año, Hitchens publicó el libro The Missionary Position: Mother Teresa in Theory and Practice . Sus investigaciones mostraron una realidad muy distinta a la imagen idílica de la Madre Teresa y su orden.

Una entrevista a Hitchens apareció en Free Inquiry. Más abajo aparece la traducción de un artículo de Susan Shields, ex-monja de las Misioneras de la Caridad, quien habla de sus ideales y su desengaño.


La entrevista a Christopher Hitchens
(The Missionary Position: Mother Teresa in Theory and Practice)


- Hitchens afirma que los recursos amasados por las Misioneras de la Caridad son gigantescos, pero nunca han sido auditados. Sus cuentas bancarias están todas fuera de la India, pues las leyes de ese país exigen información sobre los fondos de las organizaciones misioneras extranjeras. Tan sólo en una de estas cuentas habría más de 50 millones de dólares.

- Sin embargo, estos fondos no tienen efecto alguno en la atención a los “pobres entre los pobres”. El propósito fundamental de este dinero, proveniente de donaciones, es incrementar el tamaño y poder dogmático de la orden en el mundo: tiene conventos en 120 países.

- La Madre Teresa aceptó más de un millón de dólares donados por el estafador de la entidad Lincoln Savings and Loans, conociendo perfectamente su origen fraudulento.

- Las condiciones en los “hogares” de la orden son extremadamente primitivas. No se permite aliviar el dolor, ya que “el sufrimiento de los pobres es bueno a los ojos de Dios”. Aunque los “pacientes” van en busca de alivio, la Madre Teresa nunca proclamó que el objetivo fuese curar. Sin embargo, ella y sus sucesoras siempre han estado conscientes de que casi todas las donaciones que reciben están motivadas por esa falsa impresión. El propósito de los hospicios de las Misioneras de la Caridad es ayudar a “bien morir”: se busca activamente la autorización de los agonizantes para bautizarlos.

- A pesar de que “Dios ve con buenos ojos el sufrimiento”, la Madre Teresa siempre se atendió en los mejores hospitales de tipo occidental y recibió los tratamientos más modernos.

- La Madre Teresa apoyó a la familia del dictador Duvalier de Haití, cuando visitó ese país; afirmó que los Duvalier “amaban a los pobres”. También alabó al tirano comunista de Albania, Enver Hoxha. En palabras de Hitchens, “prefería lamer los pies de los ricos en lugar de lavar los pies de los pobres”.

-La Madre Teresa trabajó incansablemente para propagar las versiones más extremas del conservadurismo católico. Intervino en el referendo sobre el divorcio en Irlanda para que este no fuese permitido... Pero aprobó el divorcio de la princesa Diana de Gales, con quien se encontró varias veces. Según Hitchens, “si una mujer quiere divorciarse de un alcohólico que abusa sexualmente de sus propios hijos, no hay perdón en esta vida ni en la otra”. Pero una princesa está por encima de todo esto.

- En Calcuta deploran la imagen de su ciudad proyectada por la orden de la Madre Teresa.

- Ninguno de los que atacaron el documental, incluyendo críticos de prensa, se refirió a lo fidedigno de su contenido. En otras palabras, lo que se reprochaba a Hitchens no era la realidad de lo señalado en el programa, sino el hecho mismo de atreverse a demoler un mito muy estimado. Incluso personas no afectas a la religión adoptaron esta postura.

- Hell’s Angel jamás ha sido proyectado en los Estados Unidos. Ningún canal se atreve a hacerlo.

La casa de ilusiones de la Madre Teresa
Por Susan Shields

- Algunos años después de que me convertí en católica, me uní a la congregación de la Madre Teresa, las Misioneras de la Caridad. Fui una de sus hermanas durante nueve años y medio, viviendo en el Bronx (Nueva York), Roma y San Francisco, hasta que me desilusioné y me retiré en mayo de 1989. Mientras me reintegraba al mundo, comencé a desenredar lentamente la maraña de mentiras en la que había vivido. Me preguntaba cómo las podía haber creído durante tanto tiempo.

Tres de las enseñanzas de la Madre Teresa que son fundamentales para su congregación religiosa son igual de peligrosas, por ser creídas tan sinceramente por sus hermanas. La más básica es la creencia de que mientras una hermana obedece, está cumpliendo la voluntad de Dios. Otra es que las hermanas tienen alguna ventaja frente a Dios por haber escogido sufrir. Su sufrimiento hace a Dios muy feliz; entonces, Él dispensa más gracias a la Humanidad. La tercera es el credo de que cualquier atadura a los seres humanos, incluso a los pobres que están siendo servidos, supuestamente interfiere con el amor a Dios y debe ser activamente evitada o inmediatamente extirpada. Los esfuerzos para prevenir todo vínculo producen un continuo caos y confusión, movimiento y cambio en la congregación.

- Una vez que una hermana acepta estas falacias, será capaz de hacer casi cualquier cosa. Permitirá que su salud se destruya, descuidará a aquellos a quienes ha jurado servir, y sofocará sus sentimientos y pensamientos independientes. Podrá hacerse de la vista gorda al sufrimiento, dar información sobre sus compañeras, decir mentiras con facilidad, e ignorar las leyes y regulaciones públicas.

- Mujeres de muchos países se unieron a la Madre Teresa con la expectativa de que podrían ayudar a los pobres y acercarse más a Dios. Cuando me fui había más de 3.000 hermanas en aproximadamente 400 hogares regados por todo el mundo. Muchas de esas hermanas, que confiaban en la guía de la Madre Teresa, se han convertido en personas destruidas. Ante la abrumadora evidencia, algunas han admitido finalmente que su confianza ha sido traicionada, que Dios no podría dar las órdenes que reciben. La decisión de irse es difícil para ellas–su autoconfianza ha sido abatida, y no tienen educación más allá de la que trajeron cuando se unieron al grupo. Yo fui una de las afortunadas que reunieron suficiente coraje para marcharse.

Es con la esperanza de que otras vean la falsedad de su presunto camino a la santidad que cuento algo de lo que sé. Aunque hay relativamente pocas personas tentadas a ingresar en la hermandad de la Madre Teresa, hay muchos que han apoyado generosamente su trabajo porque no están al tanto de cómo sus torcidas premisas ahogan los esfuerzos por aliviar la miseria. Inadvertidos de que muchas de las donaciones permanecen sin uso en cuentas bancarias, ellos también son defraudados al pensar que están ayudando a los pobres.

- El dinero llegaba a una velocidad frenética. Usualmente, el correo traía las cartas en sacos. Con regularidad extendíamos recibos por cheques de 50.000 dólares y más. Algunas veces un donante llamaba para preguntar si habíamos recibido su cheque, esperando que lo recordáramos fácilmente a causa de su elevado monto. ¿Cómo decirle que no podíamos recordarlo, porque habíamos recibido tantos que eran aún más grandes?

- Cuando la Madre Teresa hablaba públicamente nunca pedía dinero, pero ella alentaba a la gente a hacer sacrificios por los pobres, “dar hasta que doliera”. Muchos lo hicieron –y se lo dieron a ella. Recibimos cartas conmovedoras de personas, aparentemente pobres ellas mismas, que estaban haciendo sacrificios por enviarnos un poco de dinero para la gente que pasaba hambruna en África, las víctimas de las inundaciones en Bangladesh, o los niños pobres de la India. Casi todo ese dinero se quedó en nuestras cuentas bancarias.

- Las donaciones llegaban y eran depositadas en el banco, pero no tenían efecto alguno en nuestras ascéticas vidas y muy poco efecto en las vidas de los pobres a quienes tratábamos de ayudar. Vivíamos existencias simples, desprovistas de todo lo superfluo. Teníamos tres juegos de vestidos, que remendábamos hasta que el material estaba demasiado dañado para colocarle más parches. Lavábamos la ropa a mano. También las interminables pilas de sábanas y paños de nuestro refugio nocturno para la gente sin hogar. Nuestro aseo se hacía con un solo cubo de agua. Los chequeos médicos y dentales eran considerados un lujo innecesario.

- En Haití, con el fin de mantener el espíritu de pobreza, las hermanas reutilizaban las agujas hipodérmicas hasta que se volvían romas. Viendo el dolor que causaban estas agujas gastadas algunos de los voluntarios ofrecieron conseguir otras nuevas, pero las hermanas se negaron.

Mendigábamos comida y suministros a los comerciantes locales como si no tuviésemos recursos. En una de las raras ocasiones en que se nos acabó el pan donado, fuimos a mendigar a la panadería local.

- Nuestra ordenanza nos prohibía pedir más de lo que necesitábamos, pero cuando se trataba de pedir, los millones de dólares que se acumulaban en el banco eran tratados como si no existieran.

Con el demonio por dentro...

- Según la Agencias Reuters y ANSA la Madre Teresa fue sometida a exorcismo por el sacerdote Rosario Stroscio mientras estaba hospitalizada, pocos meses antes de su muerte. Según el arzobispo de Calcuta, Henry D’Souza, las dificultades de la Madre para conciliar el sueño fueron consideradas una señal de que estaba “bajo el asedio de Satanás”. Stroscio comentó que la Madre Teresa “se comportaba extrañamente” justo antes de las oraciones de exorcismo.

No hay comentarios: